Infertilidad femenina: definición, causas, cómo detectarlo y síntomas

Infertilidad y esterilidad femenina

Cada vez es más frecuente que la fertilidad de muchas personas se vea afectada por el retraso en la edad de ser padres, los hábitos de vida y la contaminación ambiental.

Es por ello la necesidad de recurrir a especialistas en fertilidad sea cada vez más común, aunque aún siga siendo un tema bastante tabú.

Superado ese tiempo, es recomendable acudir a un centro de fertilidad para valorar qué puede estar causando esa dificultad para concebir.

Aunque se utilicen los términos de manera indistinta, la infertilidad en la mujer no es lo mismo que la esterilidad, siendo importante diferenciar los términos:

• Esterilidad: es cuando no se consigue el embarazo porque el espermatozoide no fecunda al óvulo. Puede deberse tanto a problemas en la calidad del semen como en la disponibilidad de óvulos de la mujer o su calidad, o a ambos.
• Infertilidad: por el contrario en este caso sí que se logra la fecundación, pero no se consigue un embarazo a término, ya sea por fallos en la implantación o por abortos de repetición ⁽¹⁾ .

Por ello, una mujer estéril es aquella que no logra quedarse embarazada porque su óvulo nunca ha sido fecundado, mientras que la infertilidad en la mujer puede deberse a problemas a nivel de endometrio o de desarrollo de las primeras semanas de embarazo.

A su vez se puede diferenciar entre infertilidad primaria y secundaria, considerándose primaria cuando la pareja no ha logrado tener nunca un hijo e infertilidad secundaria cuando existen concepciones previas pero ahora no se consigue.

Causas de la infertilidad femenina

Por norma general, los motivos que causan la infertilidad en las mujeres se producen cuando:

• Los ovarios no pueden producir óvulos de calidad.
• Los óvulos no consiguen alcanzar la matriz uterina, por ejemplo porque las trompas de Falopio no son permeables: baja permeabilidad tubárica.
• El óvulo fecundado no logra anidar en el endometrio.
• El óvulo fecundado anida en el endometrio pero no sobrevive las primeras semanas de embarazo, dándose fallos de implantación o abortos.

Las causas más frecuentes de infertilidad femenina son:

• Trastornos: autoinmunitarios, de coagulación, alimentarios, defectos congénitos.
• Cáncer o tumores, como miomas o pólipos en el útero.
• Quistes en los ovarios o síndrome de ovario poliquístico.
• Enfermedades como diabetes, de transmisión sexual o que afecten al tiroides o a desequilibrios hormonales.
• Edad avanzada.
• Infección en la pelvis.
• Endometriosis.
• Alteraciones en el peso, ya sea por bajo peso o por sobrepeso u obesidad.
• Hábitos poco saludables: consumo excesivo de alcohol, fumar, drogarse, ejercicio excesivo...
• Consumo de fármacos como los quimioterapéuticos.
• Haberse sometido a cirugías anticonceptivas como la ligadura de trompas.

Por su parte las causas de esterilidad femenina también son similares, siendo en la mayoría de los casos la edad avanzada la más importante.

¿Cómo saber si eres estéril si eres mujer?

Cómo saber si soy estéril si soy mujer es una preocupación frecuente, especialmente cuando queremos ser madres.

Por norma general, si tienes un ciclo menstrual normal, con menstruaciones regulares y de una periodicidad de entre 21 y 35 días, y no tienes afecciones como endometriosis, síndrome de ovario poliquístico o desajustes hormonales, no tienes de qué preocuparte.

Si tras 12 meses de intentarlo, o 6 meses si eres mayor de 35 años, lo mejor es que tanto tú como tu pareja vayáis juntos a una clínica de fertilidad, para salir de dudas y saber si sois fértiles.

El especialista te hará una serie de pruebas para valorar si todo marcha correctamente, o por el contrario es necesario alguna intervención, tratamiento o técnicas de reproducción asistida.

El estudio de fertilidad consiste en una entrevista y revisión de la historia médica, y una primera ecografía transvaginal para valorar la estructura del útero y los ovarios.

Las pruebas de fertilidad en la mujer se ajustarán a cada caso específico, pero por norma general, el estudio suele empezar con:

• Valoración física.
• Exploración ginecológica: consiste en una citología y una ecografía transvaginal.
• Estudio de hormonas basales con un análisis de sangre.
• Análisis de la hormona antimulleriana (AMH): es un marcador que informa de la reserva ovárica: de la fertilidad de la mujer .
• Análisis sanguíneo: se realiza una analítica para pruebas serológicas. Se centra en descartar infecciones.
• Histerosalpingografía: estudio radiológico que valora la estructura uterina y la permeabilidad de las trompas de Falopio.
• Histeroscopia: valoración con una cámara óptica del aparato reproductor femenino para buscar si existen alteraciones uterinas o a nivel de endometrio.

Tras hacerte estos primeros análisis de fertilidad, el especialista puede darte un diagnóstico o bien necesitar pruebas más específicas, como por ejemplo un estudio hormonal concreto.

Síntomas de infertilidad femenina

Los síntomas de infertilidad mujeres pueden detectarse previamente, o bien no descubrirse hasta que no se consigue el embarazo.

La infertilidad femenina tiene signos y síntomas que por lo general se relacionan con alteraciones en el ciclo menstrual ⁽²⁾ :

• Menstruaciones anormales: ya sea por sangrado muy breve, o más abundante de lo normal.
• Menstruaciones irregulares: no se menstrúa periódicamente, pudiendo ser señal de ovario poliquístico.
• Ciclos menstruales demasiado cortos o largos: si el ciclo es inferior a 21 días o superior a 35 podría ser patológico.
• Menstruaciones intermenstruales: en lugar de bajar la regla al final del ciclo se tiene a medias, cuando debería ser tu ovulación.
• No tienes menstruación y no estás embarazada, conocido como amenorrea.
• Tienes menstruaciones muy dolorosas o dismenorrea.

También hay síntomas de una mujer infértil a pesar de tener ciclos menstruales normales:

• Aparición de secreción blanca en los pezones sin estar embarazada ni estar dando lactancia materna.
• Dolor al tener relaciones sexuales.

Si presentas algunos de estos síntomas de mujer infértil, no dudes en consultar a tu médico aunque no quieras ser madre a día de hoy: podría afectar gravemente a tu salud.